lunes, 29 de abril de 2013

Has abrazado un arbol?

Manuel es un pescador. Vive en un pequeño pueblo muy cerca de la playa. Tiene una hija pequeña, Lucy, que siempre lo recibe cariñosamente cuando regresa de su faena diaria en el mar. Así vivían felices, él pescaba, la pequeña iba todos los días a estudiar y al regresar pasaba por la playa a esperar a su papá para ir  a casa juntos...

Un día, Manuel regresó de trabajar y notó a Lucy algo triste y decaída. Le dijo que se sentía enferma, tenía dolores de cabeza y tos. Fueron al doctor y se recuperó en un par de días, pero al poco tiempo volvió a enfermar. Y así, la pequeña enfermaba cada vez mas seguido y comenzó a perder la alegría y vitalidad que siempre tenía. Manuel estaba muy preocupado, porque además las medicinas tenían tan mal sabor que Lucy nunca las quería tomar:

- A ver pequeña, abre la boca...
- NO!
- Que la abras, tienes que tomar la medicina sino, no te vas a recuperar
- Que no! Está fea!

Y todo el tiempo era lo mismo, pero al final lucy tenía que obedecer, por que eso es lo que deben hacer todos los niños, y además cuando sanaba podía ir a la playa a esperar a Papá como siempre, en lugar de quedarse en casa. Lucy amaba el mar, pero nunca había entrado a navegar porque Manuel pensaba que mar adentro no era lugar para una niña tan pequeña. 

Pero Lucy quería tanto salir a navegar que esperó unos días y cuando Manuel volvió a la playa, luego de abrazarlo le dijo:

- Papá, tengo que contarte algo, ya he decidido lo que quiero de regalo de cumpleaños.
- Ah si? y cómo qué se te ha ocurrido? - Respondío Manuel
- Como me he portado bien y tomo siempre mis medicinas quiero que me lleves a navegar contigo!

Manuel dudó un poco, pero Lucy era ya una niña grande y siempre había querido acompañarlo, así que decidió concederle el deseo de cumpleaños. A los pocos días fue cumpleaños de Lucy, y salieron a navegar según lo prometido.

- ¿Qué bonito es el mar, no papá?
- Sí hijita, pero antes era mas bonito, sin esas botellas y basuritas flotando... y cada vez hay menos peces... ?¿sabes qué es lo que pesqué ayer? Un zapato, un empaque de galletas y un pañal sucio..

Era cierto, el mar estaba cada vez mas sucio y lleno de basuritas.. ¿cómo podía la gente que viene al mar arrojar basura en él? ¿acaso no viene porque le gusta? y si lo encuentran sucio al llegar, ¿les seguirá gustando?Lucy pensaba en todas estas cosas cuando vió algo extraño moviendose sobre el agua

- Papá, qué es lo que hay allá?
- Dónde?
- Por allá...
- A ver, vamos!

Manuel remó hasta donde estaba el extraño animal, hasta que lograron verlo claramente. Era una tortuga marina! pero algo le pasaba, por que se movía desesperadamente y de forma muy extraña

- Qué tortuga mas graciosa! qué le pasará? - Preguntó Lucy - Se mueve de forma muy extraña...

La tortuga se sacudía sobre el agua y hacia raros gestos a Manuel

- Yo creo que debe está enferma o algo así, la subiré al bote para ver si podemos ayudarla

Entonces se acercó más y la subió al bote. Después de revisarla un rato se dió cuenta del problema

- Quédate quieta tortuga!

Metió su mano por la boca de la tortuga y sacó una gran bolsa de su garganta

- Al fin! gracias! - Dijo la tortuga
- Una tortuga que habla! - Dijeron a la vez Lucy y Manuel
- Pues sí, yo puedo hablar, pero sólo me escucharán esta vez, ya que en agradecimiento por haberme salvado les responderé una pregunta a cada uno de ustedes. Soy una tortuga muy sabia, ¡no en vano tengo mas de 200 años!

¡Increíble! la tortuga que salvaron no sólo estaba hablando con ellos sino que además les estaba ofreciendo responder cualquier cosa que le preguntaran. Lucy preguntó casi de inmediato...

- Dime, si eres tan sabia, ¿por qué intentabas comerte una bolsa?
- ¡Excelente pregunta! Lo que pasa pequeña, es que las bolsas que arrojan al mar flotan en el mar y cuando las ves desde abajo se parecen mucho a las medusas, que son uno de nuestros alimentos favoritos, entonces nos acercamos rápidamente para atraparlas y cuando nos damos cuenta, a veces es demasiado tarde.. lo mismo les pasa a otros animales marinos con las cosas que los humanos dejan tiradas en la playa o en el mar, por eso nos enfermamos y a veces algo mucho peor...

Al parecer sí era una tortuga muy sabia, Manuel se sintió un poco avergonzado por que somos las personas quienes hacemos daño a otros seres vivos, y a muy pocos les importa... Pero era su turno de preguntar, así que preguntó por aquello que más le importaba en la vida

- Bueno, ahora es mi turno tortuga - Dijo Manuel- yo quiero saber qué debo hacer para sanar a mi pequeña Lucy, que se enferma cada vez mas seguido... a pesar de mis cuidados, todo el tiempo tiene dolores de cabeza y mucha tos, y ya no se que hacer para que se mejore

La tortuga escuchó atentamente y luego se dirigió a Lucy:

-¿Lucy, alguna vez has abrazado un arbol?
- No, nunca, ¿por qué?
- Pues regresen a casa, busquen un arbol y abrácenlo. Los árboles son mágicos, no importa que arbol sea, sólo abrácenlo y él los abrazará también. Entonces sabrán lo que hay que hacer... ahora debo irme, gracias por salvarme, ¡les deseo mucha suerte! - Y la tortuga saltó del bote y se alejó nadando

Manuel no estaba seguro de esa respuesta, pero como ya había probado de todo, decidió volver a la playa e ir con su pequeña Lucy a buscar un árbol y darle un gran abrazo. No se habían dado cuenta antes, pero en el pueblo ya no quedaban muchos árboles, muchos habían muerto por el humo de los autos y la falta de cuidados. Al fin, fueron al este de la ciudad, donde quedaba un viejo arbol de olivo cerca de la plazuela.

Manuel se sentía avergonzado, no quería parecer un loco abrazando árboles por la calle. Pero Lucy sin pensarlo dos veces, se acercó al árbol y lo abrazó. Se puso tan contenta al hacerlo, que Manuel se armó de valor y lo abrazó también, e inmediatamente se puso feliz y sonrió. Mientras lo abrazaban, el árbol les habló:

- ¿Se sienten mejor? - Preguntó el árbol.
- ¡Un árbol que habla! - Dijeron a la vez Lucy y Manuel
- Pues sí, pero sólo lo haré esta vez por que tengo algo que decirles... Ahora que me abrazaron, ¿no se sienten mas felices sólo con estar cerca mío?
- Pues sí, ¡yo me siento muy feliz! - respondió Lucy
- Eso es por que los árboles tenemos la habilidad de limpiar todo el aire a nuestro alrededor, y llenar de energía a quienes nos rodean.. esa es la magia que tenemos los árboles... por eso muchos animalitos viven sobre nosotros y así son muy saludables y felices..

Manuel entendió entonces lo que estaba pasando. Al haber tanta contaminación y tan pocos árboles, las personas estábamos respirando mucha suciedad y eso nos pone mas débiles... pero, ¿cómo hacer para que esa sensación de bienestar dure para siempre?

- La respuesta es muy sencilla - respondió el árbol mágico a los pensamientos de Manuel - Si quieres que la magia dure para siempre, entonces ¡siembra un árbol! si no es posible, entonces busca uno y cuídalo. Abrázalo cuando quieras. Si todos hicieramos lo mismo, pronto todos se sentiran mejor, ¡y la magia de los árboles se esparciría por todo el mundo!

Manuel y Lucy hicieron caso a los consejos del árbol mágico, y convencieron a los pobladores para ayudar a sembrar y cuidar los árboles y las plantas, además de mantener la limpieza del pueblo y la playa. Pronto todos en el lugar se sintieron mejor, mas sanos y vivieron mas felices.

Y lucy? bueno, ella nunca más tuvo que volver a tomar esa horrible medicina.

 FIN

lunes, 22 de abril de 2013

Nicolás y los Reyes Magos


Hace mucho mucho tiempo, en un lugar muy muy lejano, existieron 3 reyes magos: Melchor,  Gaspar y Baltazar. Ellos se habían reunido por que sabían que pronto aparecerían en el cielo la  estrella de Belén, que anunciaba la tan esperada venida del niño Jesús.

Todo eso ya lo sabemos, pero lo que pocos saben, es que junto a ellos, siempre estaba un señor gordito y bonachón, que les cocinaba cosas muy ricas y que además era muy talentoso para fabricar juguetes. Su nombre era Nicolás.

Un día mientras esperaban, Melchor notó una hermosa estrella en el cielo y dijo - "¿Oye Baltazar, esa no es la estrella de Belén?"
- mmm creo que si Melchor… Gaspar! ya tenemos que irnos, ya apareció la estrella de Belén!- Dijo Baltazar
- Gaspar: A verrr… Oh  si, es hermosa! Debemos partir ya!, Nicolás! ¿Preparaste algo para el camino? Ya nos vamos!!!

-"Todo bien rey Gaspar, he preparado deliciosos bizcochos otras cosas muy ricas que seguro nos caerán muy bien para  ese largo viaje..ji ji" - Dijo Nicolás

Al oir esto, Melchor preguntó: Cómo  Nicolás, tu también irás?

- Clarin, - respondió Nicolás -  Tengo un pequeño burrito con el que seguro llegaré antes que ustedes!

Todos los reyes vieron el burrito y echaron a reír: JAJAJAJA

Los reyes magos se divirtieron mucho con lo que dijo Nicolás..¿Còmo podría un pequeño burrito seguirle el paso a sus hermosos y enormes camellos?!? En fin, como ellos también eran muy buenos, no dijeron nada para no ofender a Nicolás, pero no podían perder mas tiempo, así que rápidamente montaron en sus camellos, que ya estaban cargados de preciosos regalos y tesoros,  y partieron siguiendo a la estrella de Belén.

Pero Nicolás quería ver a al niño también, y nada lo detendría en su ideal. El también llevaba regalos, había fabricado lindos juguetes para el niño  y también guardó galletas y otros manjares para el camino.
Así que  partió en su burrito, siguiendo a los reyes y la estrella.
Pero era cierto que el burrito no iba tan rápido como los enormes camellos, así que Nicolás  se  retrasaba cada vez mas:

-"Oh, ya casi no veo a los reyes magos, debo darme prisa..vamos burrito! Sigamos a la estrella de Belén!" - Decía Nicolás

Así, Nicolás perdió de vista a los reyes magos, pero no se dio por vencido y siguió a la misma estrella que los guiaba hacia el lugar  donde el Niño había nacido.
Pero en el camino, se encontró con un  pequeño pastorcito, que lucía muy triste. Nicolás, que tenía un gran corazón, se le acercó para ver qué ocurría:

- "Qué ocurre, pequeño pastorcito?" - Preguntó Nicolás.
- "Ay señor, es que he perdido una de mis ovejas y no se como encontrarla.. mis papás se enojarán conmigo y yo no quiero regresar a casa! Buaaaa!" - dijo el pastorcito.
-"Calma pequeño amigo, creo que tengo algo que puede ayudarte" - Dijo Nicolás mientras buscaba un pequeño paquete dentro de su enorme saco de regalos - "Toma este regalo, es una flauta de juguete pero es muy especial, con ella podrás hacer melodías capaces de atraer a los animales, así que te será muy útil para hacer que las ovejas perdidas vuelvan a tu rebaño".

- "Oh, qué chévere! gracias señor! La probaré ahora mismo!" - Dijo contento el pastorcito, que abrazó a Nicolás y se marchó feliz tocando su flauta. Nicolás se alegró de su buena acción, pero estaba retrasado y no había tiempo para perder, así que levantó su saco de regalos y siguió su camino.

-"Debo alcanzar a los reyes magos... vamos burrito! Sigamos a la estrella de Belén!" - Dijo Nicolás y siguió su camino.

Y anduvo y anduvo hasta que de pronto, se encontró con un granjero, que se lamentaba de su suerte, sentado en una piedra junto a su pequeño hijo.

- "Qué ocurre, amigo granjero?" - Dijo Nicolás
-"Ay señor, hemos perdido todo, no ha llovido en mucho tiempo, y se ha secado el maíz que cultivé, ahora mi familia y yo no podremos comer! - Contestó el granjero.

- "Calma mi buen amigo, creo que tengo algo que puede ayudarte" - decía nicolás mientras revisaba nuevamente su saco -Aquí tengo galletas, pan y otras cosas que servirán para alimentar a tu familia. Oh y además, tengo un regalo muy especial para tu pequeño hijo.  Es una cometa mágica, que puede volar tan alto, tan alto, que es capaz de alcanzar las nubes!

El granjero y u hijo escuchaba con admiración
-"Así que ve a jugar pequeño, pincha una nube con tu cometa nueva y que comience la lluvia!" - finalizó Nicolás.

El granjero y el niño abrazaron a Nicolás y se marcharon felices. Nicolás de alegró de su buena acción, pero estaba muy retrasado! Así que levantó su saco de regalos y siguió su camino.

Y así anduvo Nicolás en su burrito, siguiendo a la estrella de Belén, pero también ayudando a las personas que encontraba en su camino. Hasta que un día, mientras seguía su camino, Nicolás por fin divisó la figura de los reyes Magos.


- "Los alcancé! Por fin los alcancé!" - Exclamaba alegremente Nicolás

Nicolás estaba muy contento por haber alcanzado a los reyes magos a pesar de haber demorado tanto, pero había algo raro, ya que los reyes magos iban en dirección opuesta. Al fin, se encontraron:

- Nicolás! Donde te habías metido! - Preguntó Gaspar
- Es que me retrase un poco, pero al fin pude alcanzarlos.. no hay tiempo que perder, vamos a ver al niño! - Contestó Nicolás
- Cómo dices!? Pero si nosotros ya estamos de regreso!
Nicolás estaba sorprendido - "No puede ser, pero seguro aun puedo ir yo, ya no debe estar tan lejos, además tengo muchos regalos y cosas ricas para llevar, miren….eh NOOOO , mi saco, esta vacío! Recórcholis! Regalé todos los obsequios que hice para el niño!!!

Nicolás no se había dado cuenta, pero había regalado tantas cosa a las personas que se cruzaron en su camino, que al final no había conseguido alcanzar a los reyes magos, y encima no le quedaba ningún regalo para ofrecerle al Niño Jesús.
Entonces Baltazar le dijo - "Mira Nicolás, si aún quieres seguir, encontrarás al niño Jesús en un pesebre no muy lejos de aquí, pero debes darte prisa, porque la familia partirá pronto de ese lugar. Nosotros ya nos vamos a casa, adios!"

Pero Nicolás no se rindió, montó su burrito y siguió adelante

-Oh, debo alcanzar al niño... vamos burrito! Sigamos a la estrella de Belén! - Exclamó Nicolás y siguió su camino

Me gustaría decir que Nicolás logró su objetivo, pero lamentablemente no fue así. Cuando Nicolás llegó, sólo encontró un pesebre vacío en el lugar donde hacía poco había ocurrido un acontecimiento tan importante como la llegada del niño Jesús.

-"¿Y ahora que debo hacer? Perdí los regalos, no llegué a tiempo, la estrella ya desapareció… no quiero rendirme…pero no se cómo encontraré al niño!" - El pobre Nicolás sollozaba desconsolado
Todo parecía perdido, pero de pronto, llegó volando un hermoso angelito

-"Hola Nicolás! El niño Jesús me envió a buscarte" - Dijo el Angelito

-Oh lindo angelito! Que alegría! Iremos por fin a ver al Niño!
- "Espera! - Dijo el Angelito - todo a su tiempo, antes debo decirte algo: El Niño te ha estado viendo todo este tiempo y está tan feliz con las buenas acciones que has realizado que ha decidido encomendarte una importante misión".
- En serio? Que debo hacer?
- Pues nada mas que repetir lo que has estado haciendo, deberás fabricar hermosos obsequios y luego recorrerás el mundo repartiendo y felicidad, pero lo mas importante,  llevarás, un mensaje de unión en paz y amor hacia tus semejantes.. Felicidades Noel! Oh si, ese será tu nombre, Papá Noel!
- Oh que alegría! Pero espera, y mi burrito? Puedo repartir los regalos con él?
- Mmm, creo que mejor resolveremos eso mas adelante…ahora vámonos volando! Debemos alcanzar al niño Jesús! - Y partieron veloces...

Bueno, esta historia ocurrió hace tanto tiempo, que puede que no sea cierta, o puede que sí…lo mas seguro, es que, “quien sabe”…

FIN

miércoles, 17 de abril de 2013

Cuento de Navidad: El duendecillo


Esta es la historia de un pequeño duende que aprendió una importante lección en una noche de Navidad.

Faltaban pocos días para la noche buena, y en la casa de Papá Noel, todos los duendes se encontraban muy atareados, dejando todo listo para el gran día:

- Fabricando regalos, alimentando a los renos, preparando el trineo…

Cuando de pronto, alguien  alertó a todos:

- “ Inspección! Inspección! Ya viene Papá Noel!”

Qué susto! Estaría todo bien? Todos corrían como locos, pues nadie quería cometer errores faltando tan poco para que Papá Noel saliera en su trineo a repartir amor y alegría todos los niños del Mundo. De pronto, Papá Noel apareció:

- “Jo jo jo! Hola mis queridos amigos! 
“Hola Papá Noel!” – Contestaron todos
- “He venido a ver como van los preparativos para la Noche buena; se que todos han hecho un gran esfuerzo y han trabajado muy duro, así que estoy seguro que todo estará muy bien..

-Papá Noel se dirigió a hacia el equipo de Jugueteros..
“¿Cómo va todo por aquí? ¿Tenemos los juguetes listos?”
- De maravilla Papá Noel! - Contestó el duende juguetero- Iniciamos los trabajos con mucha anticipación y ya casi hemos terminado.  Aquí en la fábrica estamos trabajando 24 horas y siete días a la semana,  así que seguramente terminaremos a tiempo para el gran día..

- “Jo jo jo, Excelente!” – Dijo Papá Noel

Muy contento con los avances de la juguetería, pasó a visitar al equipo de veterinarios.. pero al llegar vio a Rodolfo, uno de los renos, que andaba un poco indispuesto..

- “Oh! Qué ocurre con Rodolfo, mi pequeño amigo!?”
- “Es que cogió una gripe hace un par de días, por eso tiene la Nariz así” – Dijo el Duende veterinario – “Pero ya le dimos un jarabe y mucha miel, y se está recuperando con mucha rapidez, así que seguramente estará en buena forma muy pronto..

“Qué bueno mi querido amigo! ¡Que alegría querido Rodolfo!” – Papá Noel abrazó a su adorado reno y siguió su camino

Ahora le tocaba el turno al equipo de mecánicos.  El Duende mecánico estaba muy preocupado porque estaban algo retrasados, ya que su asistente, un duendecillo pequeño y de grandes orejas,  era un poco torpe y le había ocasionado algunos problemas porque también era muy distraído. Cuando vieron cerca a Papá Noel, Mecánico exclamó:

- “Asistente!, ya viene Papá Noel! No hemos ajustado el volante! La dirección necesita aceite! Date prisa! ¿Y el tren de aterrizaje? ¿Dónde está?! No está listo el tren de aterrizaje!

El pequeño duendecillo asistente corría en todas direcciones, sin saber por donde empezar, mientras el mecánico enojado pensaba cómo reparar el trineo, cuando de pronto, Papá Noel llegó…

“Jo jo jo! Aquí está mi equipo favorito! ¿Cómo va mi hermoso trineo? Recorreremos el mundo como un rayo! Jo jo jo! – Dijo Papá Noel

- Erhhh (carraspera) mmm..si, mmmmasomenos..Bueno Papá Noel, te explicaré los pequeños ajustes que tenemos por hacer..

Entonces, mecánico comenzó a mostrarle a Papá Noel las reparaciones pendientes en el trineo, mientras el pequeño asistente, seguía desesperado…

- “Qué haré, Que haré?!” – Decía el duende, cuando de pronto, se le ocurrió una gran Idea!

- “Ya sé!  He visto un super cohete en el almacén! Seguramente con uno de esos el trineo funcionará más rápido que nunca y todos me felicitarán! Lo traeré ahora mismo.."

Así, nuestro pequeño amigo fue corriendo al almacén a traer el poderoso cohete, sin decirle a nadie.

Mientras tanto, Mecánico explicaba a Papá Noel como resolvería los problemas del trineo para tener todo listo y justo a tiempo:

“Jojojo! Bueno querido mecánico, confío en tus habilidades y se que pronto dejarás este trineo como nunca! Ah, y de pasadita, a ver si le pones una bonita radio con CD y mp3, así podré hacer el recorrido escuchando mis villancicos favoritos! Jojojo!" – Dijo Papá Noel mientras se despedía.

Mecánico se quedó aliviado y trabajando, mientras Papá Noel salía del taller. Pero de pronto, el pequeño duende asistente, que regresaba corriendo con el super cohete, entró al taller y no vio a Papa Noel…OH NOOO!!

- BOOOOOOMMMMMMM!

Todos llegaron corriendo y se encontraron con una densa nube de humo y polvo

Qué explosión!
- Qué ha pasado?!
- Papá Noel está desmayado!
- Y además esta todo chamuscado!

El pequeño asistente, que era mucho, pero mucho mas joven que Papa Noel, y que afortunadamente no sufrió mayor daño, se levantó del suelo a explicar lo ocurrido

Yo venía con el cohete, y no vi a papa Noel salir por la puerta, nos hemos chocado! – Dijo el pequeño duendecillo

Aaayyy pero qué distraído..qué venga el doctor!

Rápidamente llegó el duende doctor a ver a a papa Noel, y luego de una esmerada revisión, dijo:

- "El paciente presenta un cuadro de traumatismo policontuso con sacudimiento severo de la región occipital y medio parietal de la cavidad craneal"
     
- QUEEEE?!?! - Preguntaron todos
Que se ha golpeado la cabeza, y necesita descansar - contestó el duende doctor
- Ahhhhh… - Dijeron todos a la vez
- Pero entonces, se recuperará pronto?
- Debera guardar cama por algunos días - Dijo el doctor


No puede ser! Pero la navidad será pasado mañana! Y ahora quién conducirá el trineo y repartirá los regalos! Quién salvará la navidad! Y todo es culpa del pequeño duendecillo distraído!
Todos llevaron a Papá Noel a su habitación, dejando solo al pequeño duendecillo, quien se lamentaba por lo ocurrido...

Qué he hecho, y todo por mi culpa! – Y rompió a llorar

Pobre duendecillo! esta vez su torpeza había ido demasiado lejos, y no sabía como resolver el problema en que se había metido.

De pronto, una hermosa hada, que había escuchado el llanto del duendecillo, se apareció frente a él y le dijo:

No llores pequeño duendecillo,  yo te ayudaré a encontrar la manera de resolver el problema.
- Oh gracias hermosa hada! – Exclamó el duendecillo - Qué debo hacer?
- Pues para salvar la navidad, tú mismo deberás conducir el trineo y ayudar a Papá Noel a repartir los regalos por todo el mundo. Debes hacerlo tú, ya que tú mismo nos metiste en este lío.

Pero Papá Noel es el único capaz de hacer todo esto! Nadie sabe el secreto para hacer volar a los renos, conducir el trineo y repartir todos los regalos en sólo una noche! Y además yo soy el mas torpe de todos!

Para saber eso mi querido duendecillo, debes ir mañana temprano a visitar Papá Noel, él te dirá el secreto para poder resolver todos los problemas. Adiós!

Así, el hada desapareció y el duendecillo se fue a descansar, esperanzado en aprender la fórmula mágica que le haría tener la habilidad de reemplazar a Papá Noel en su difícil tarea.

Al día siguiente, el duendecillo se levantó muy temprano y corrió a visitar a Papá Noel, quien se encontraba en cama recuperándose de su penoso accidente.

- Hola Papá Noel  - Saludó el duendecillo, visiblemente apenado por lo ocurrido
- Jo jo jo.. Cof.. Cof…  (tos) hola duendecillo, acércate
- Papá Noel, este..yo quería..
- No te preocupes mi pequeño amigo, ya sé por qué has venido. Yo te diré el secreto para que puedas ayudarme a hacer la difícil tarea de esta noche, y no solo eso, sino que también serás capaz de resolver todos los problemas que enfrentes en la vida

Qué emoción! ¿Se tratará de alguna poción mágica? ¿Una super vitamina?¿Qué debe tener alguien para poder ser capaz de superar todos los problemas? El duendecillo escuchaba atentamente a Papá Noel..

Verás mi querido duendecillo, cuando me enfrento a algún problema siempre hay personas dispuestas a ayudarme. Eso es muy bueno, pero al final todo depende de algo que tengo yo y que es suficiente para superar exitosamente todos los problemas. ¿estás listo para escuchar que es?

Estaba más que listo, el duendecillo saltaba de impaciencia, estaban a punto de contarle el mayor secreto de todos!

- ¿Qué es papa Noel!? ¿Qué es lo que hay que tener para se capaz de resoverlo todo?!

- Pues es… es…TU OMBLIGO!!! JO JO JO!!

¿Qué dijo? Debe tratarse de una broma! ¿Acaso Papa Noel se estaba burlando del pobre duendecillo? ¿Cómo puede un ombligo ser lo necesario para ser capaz de superarlo todo?

- Ahora te explicaré  mi querido amigo, si pones la mano en tu barriguita, verás que tienes ombligo, cierto? – Dijo Papa Noel
- Mmmm sí…- respondió el duendecillo
- Pues si lo tienes, entonces eres una persona, y sólo ello basta para que seas capaz de superarlo todo. No hay recetas ni fórmulas mágicas, sólo tienes que proponerte un reto, y si tienes ombligo, debes prepararte para superarlo, sólo así conseguirás lo que te propongas.

- Entonces, yo también puedo ser capaz de hacer todo lo que tú haces y así salvar la navidad! Aquí está mi ombligo!

- JO JO JO claro que sí mi querido duendecillo, ahora ve con el duende mecánico para que te enseñe a pilotear el trineo, mientras sigo descansando y luego yo mismo te explicaré el resto…

Pronto, la noticia se esparció por todo el polo norte, el pequeño duendecillo salvaría la navidad!

Y esa misma noche, al mando del veloz trineo y junto a Papá Noel, el pequeño duendecillo salió a recorrer el mundo, repartiendo amor y alegría por doquier...

FIN