lunes, 22 de abril de 2013

Nicolás y los Reyes Magos


Hace mucho mucho tiempo, en un lugar muy muy lejano, existieron 3 reyes magos: Melchor,  Gaspar y Baltazar. Ellos se habían reunido por que sabían que pronto aparecerían en el cielo la  estrella de Belén, que anunciaba la tan esperada venida del niño Jesús.

Todo eso ya lo sabemos, pero lo que pocos saben, es que junto a ellos, siempre estaba un señor gordito y bonachón, que les cocinaba cosas muy ricas y que además era muy talentoso para fabricar juguetes. Su nombre era Nicolás.

Un día mientras esperaban, Melchor notó una hermosa estrella en el cielo y dijo - "¿Oye Baltazar, esa no es la estrella de Belén?"
- mmm creo que si Melchor… Gaspar! ya tenemos que irnos, ya apareció la estrella de Belén!- Dijo Baltazar
- Gaspar: A verrr… Oh  si, es hermosa! Debemos partir ya!, Nicolás! ¿Preparaste algo para el camino? Ya nos vamos!!!

-"Todo bien rey Gaspar, he preparado deliciosos bizcochos otras cosas muy ricas que seguro nos caerán muy bien para  ese largo viaje..ji ji" - Dijo Nicolás

Al oir esto, Melchor preguntó: Cómo  Nicolás, tu también irás?

- Clarin, - respondió Nicolás -  Tengo un pequeño burrito con el que seguro llegaré antes que ustedes!

Todos los reyes vieron el burrito y echaron a reír: JAJAJAJA

Los reyes magos se divirtieron mucho con lo que dijo Nicolás..¿Còmo podría un pequeño burrito seguirle el paso a sus hermosos y enormes camellos?!? En fin, como ellos también eran muy buenos, no dijeron nada para no ofender a Nicolás, pero no podían perder mas tiempo, así que rápidamente montaron en sus camellos, que ya estaban cargados de preciosos regalos y tesoros,  y partieron siguiendo a la estrella de Belén.

Pero Nicolás quería ver a al niño también, y nada lo detendría en su ideal. El también llevaba regalos, había fabricado lindos juguetes para el niño  y también guardó galletas y otros manjares para el camino.
Así que  partió en su burrito, siguiendo a los reyes y la estrella.
Pero era cierto que el burrito no iba tan rápido como los enormes camellos, así que Nicolás  se  retrasaba cada vez mas:

-"Oh, ya casi no veo a los reyes magos, debo darme prisa..vamos burrito! Sigamos a la estrella de Belén!" - Decía Nicolás

Así, Nicolás perdió de vista a los reyes magos, pero no se dio por vencido y siguió a la misma estrella que los guiaba hacia el lugar  donde el Niño había nacido.
Pero en el camino, se encontró con un  pequeño pastorcito, que lucía muy triste. Nicolás, que tenía un gran corazón, se le acercó para ver qué ocurría:

- "Qué ocurre, pequeño pastorcito?" - Preguntó Nicolás.
- "Ay señor, es que he perdido una de mis ovejas y no se como encontrarla.. mis papás se enojarán conmigo y yo no quiero regresar a casa! Buaaaa!" - dijo el pastorcito.
-"Calma pequeño amigo, creo que tengo algo que puede ayudarte" - Dijo Nicolás mientras buscaba un pequeño paquete dentro de su enorme saco de regalos - "Toma este regalo, es una flauta de juguete pero es muy especial, con ella podrás hacer melodías capaces de atraer a los animales, así que te será muy útil para hacer que las ovejas perdidas vuelvan a tu rebaño".

- "Oh, qué chévere! gracias señor! La probaré ahora mismo!" - Dijo contento el pastorcito, que abrazó a Nicolás y se marchó feliz tocando su flauta. Nicolás se alegró de su buena acción, pero estaba retrasado y no había tiempo para perder, así que levantó su saco de regalos y siguió su camino.

-"Debo alcanzar a los reyes magos... vamos burrito! Sigamos a la estrella de Belén!" - Dijo Nicolás y siguió su camino.

Y anduvo y anduvo hasta que de pronto, se encontró con un granjero, que se lamentaba de su suerte, sentado en una piedra junto a su pequeño hijo.

- "Qué ocurre, amigo granjero?" - Dijo Nicolás
-"Ay señor, hemos perdido todo, no ha llovido en mucho tiempo, y se ha secado el maíz que cultivé, ahora mi familia y yo no podremos comer! - Contestó el granjero.

- "Calma mi buen amigo, creo que tengo algo que puede ayudarte" - decía nicolás mientras revisaba nuevamente su saco -Aquí tengo galletas, pan y otras cosas que servirán para alimentar a tu familia. Oh y además, tengo un regalo muy especial para tu pequeño hijo.  Es una cometa mágica, que puede volar tan alto, tan alto, que es capaz de alcanzar las nubes!

El granjero y u hijo escuchaba con admiración
-"Así que ve a jugar pequeño, pincha una nube con tu cometa nueva y que comience la lluvia!" - finalizó Nicolás.

El granjero y el niño abrazaron a Nicolás y se marcharon felices. Nicolás de alegró de su buena acción, pero estaba muy retrasado! Así que levantó su saco de regalos y siguió su camino.

Y así anduvo Nicolás en su burrito, siguiendo a la estrella de Belén, pero también ayudando a las personas que encontraba en su camino. Hasta que un día, mientras seguía su camino, Nicolás por fin divisó la figura de los reyes Magos.


- "Los alcancé! Por fin los alcancé!" - Exclamaba alegremente Nicolás

Nicolás estaba muy contento por haber alcanzado a los reyes magos a pesar de haber demorado tanto, pero había algo raro, ya que los reyes magos iban en dirección opuesta. Al fin, se encontraron:

- Nicolás! Donde te habías metido! - Preguntó Gaspar
- Es que me retrase un poco, pero al fin pude alcanzarlos.. no hay tiempo que perder, vamos a ver al niño! - Contestó Nicolás
- Cómo dices!? Pero si nosotros ya estamos de regreso!
Nicolás estaba sorprendido - "No puede ser, pero seguro aun puedo ir yo, ya no debe estar tan lejos, además tengo muchos regalos y cosas ricas para llevar, miren….eh NOOOO , mi saco, esta vacío! Recórcholis! Regalé todos los obsequios que hice para el niño!!!

Nicolás no se había dado cuenta, pero había regalado tantas cosa a las personas que se cruzaron en su camino, que al final no había conseguido alcanzar a los reyes magos, y encima no le quedaba ningún regalo para ofrecerle al Niño Jesús.
Entonces Baltazar le dijo - "Mira Nicolás, si aún quieres seguir, encontrarás al niño Jesús en un pesebre no muy lejos de aquí, pero debes darte prisa, porque la familia partirá pronto de ese lugar. Nosotros ya nos vamos a casa, adios!"

Pero Nicolás no se rindió, montó su burrito y siguió adelante

-Oh, debo alcanzar al niño... vamos burrito! Sigamos a la estrella de Belén! - Exclamó Nicolás y siguió su camino

Me gustaría decir que Nicolás logró su objetivo, pero lamentablemente no fue así. Cuando Nicolás llegó, sólo encontró un pesebre vacío en el lugar donde hacía poco había ocurrido un acontecimiento tan importante como la llegada del niño Jesús.

-"¿Y ahora que debo hacer? Perdí los regalos, no llegué a tiempo, la estrella ya desapareció… no quiero rendirme…pero no se cómo encontraré al niño!" - El pobre Nicolás sollozaba desconsolado
Todo parecía perdido, pero de pronto, llegó volando un hermoso angelito

-"Hola Nicolás! El niño Jesús me envió a buscarte" - Dijo el Angelito

-Oh lindo angelito! Que alegría! Iremos por fin a ver al Niño!
- "Espera! - Dijo el Angelito - todo a su tiempo, antes debo decirte algo: El Niño te ha estado viendo todo este tiempo y está tan feliz con las buenas acciones que has realizado que ha decidido encomendarte una importante misión".
- En serio? Que debo hacer?
- Pues nada mas que repetir lo que has estado haciendo, deberás fabricar hermosos obsequios y luego recorrerás el mundo repartiendo y felicidad, pero lo mas importante,  llevarás, un mensaje de unión en paz y amor hacia tus semejantes.. Felicidades Noel! Oh si, ese será tu nombre, Papá Noel!
- Oh que alegría! Pero espera, y mi burrito? Puedo repartir los regalos con él?
- Mmm, creo que mejor resolveremos eso mas adelante…ahora vámonos volando! Debemos alcanzar al niño Jesús! - Y partieron veloces...

Bueno, esta historia ocurrió hace tanto tiempo, que puede que no sea cierta, o puede que sí…lo mas seguro, es que, “quien sabe”…

FIN

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