Esta es una historia muy extraña, que ocurrió en un lejano pueblito de los Andes.
El pueblo estaba junto a un enorme lago, que alguna vez fue tan bonito y limpio que de noche reflejaba la luna y las estrellas, y la gente salia a navegar, sólo para disfrutar de la ilusión de poder cruzar el firmamento en sus pequeños botes. Ahora ya esto ya no ocurría, porque los mismo pobladores lo habían llenado de basura y contaminación.
Pero el lago era también la fuente de subsistencia de aquel pueblo, ya que los lugareños vivían de la pesca de peces y ranas, que eran cazadas para comer y para fabricar curiosos zapatos con su piel.
No muy lejos de allí vivía Manuelito, un niño alegre y soñador que vivía sólo con su abuelita. Antes de dormir, a este pequeño le gustaba mucho ver las estrellas,e imaginar que un día se convertiría en astronauta para ser el primer hombre en conquistar otros planetas. Manuelito no lo sabía aún, pero estaba por vivir una experiencia sobrenatural e increíble, muy cercana a lo que tanto había soñado.
A muchos, pero muchos kilómetros de allí, en el espacio exterior, la tropa de reconocimiento marciana RTZ-2 se encontraba recopilando información sobre los fenómenos atmosféricos terrestres. Eran M1 y M2, unos estudiantes marcianos recién egresados de la escuela crateriana de ciencias espaciales, y no habían ido nunca antes a la tierra, ni siquiera de vacaciones. Su misión era realizar un estudio de la atmósfera terrestre para poder graduarse.
Parecía que sería una misión sencilla, hasta que de pronto...
-
Listo
M2, sólo tomemos unas muestras mas de polvo y smog para analizarlos en nuestro
laboratorio y nos vamos
-
Excelente M1! Con lo contaminada que está la tierra, tendremos suficiente polvo y hollín como para rellenar un cráter marciano…eh,
quieres un poco de yogurt?
-
Cómo?
Donde compraste eso?
-
En la
tienda del cometa Hale Bop, cuando paramos por combustible se me antojó y compré un poco, ellos tienen el mejor yogurt de toda la vía Láctea!
-
Pero
tu sabes que no debemos dejar alimentos y mucho menos bebidas sobre los
controles de la nave, no ves que podemos tener un accidente?
-
Accidente? No pasa nada, si es sólo un poquito, además, cómo resistirse a este sabor, anda
prueba un poco, es algo celestial! - Decía M2 mientras acercaba el vasito de yogurt a M1 para que pudiera dar una probadita
-
No
quiero, guarda eso ya! - Dijo M1 apartando el vasito
M2 insistía y M1 lo apartaba hasta que ocurrió lo que M1 temía. El vasito calló en el tablero de mando de la nave, derramando todo el yogurt espacial sobre los controles
- Mira lo que hiciste M2!
- Yo no fui, fuiste tu!
Y así hubieran seguido, si no fuera por que comenzaron a salir chispas por todos lados, y la nave comenzó a caer, rápida y estrepitosamente cruzando la atmósfera terrestre e ingresando a la tierra como una estrella fugaz
Aquella noche, en el mismo instante en que la nave caía, Manuelito terminaba de lavarse los dientes, y se disponía a dormir
- Manueeel! ya te lavaste los dientes?
- Si abuelitaaaa
- Entonces ve a la cama!
La abuelita era buena pero muy estricta, y no le gustaba que Manuel se quedase hasta tarde por que luego tardaba mucho en levantarse a la mañana siguiente. El pequeño fue a su cuarto y cerró la puerta, pero antes de acostarse se asomó a la ventana a ver las estrellas.
- Qué linda está la noche! - Pensaba Manuel - Casi no hay nubes y se pueden ver todas las estrellas - Eh! allá va una estrella fugaz! pediré un deseo... deseo... deseo... poder viajar por el espacio algún día, y ver la tierra como la ven los astronautas..
Mientras pedía su deseo, la estrella fugaz se hacía mas y mas brillante, y Manuel la contemplaba encantado de su belleza, sin imaginar que lo que veía era en realidad una nave espacial fuera de control, acercándose rápidamente a la tierra
- Qué raro.. las estrellas fugaces desaparecen muy rápido, y esta no desaparece, además parece que está cada vez mas cerca.. y viene justo hacia nosotros! oh no! abuelitaaa!!
Manuel corrió a avisarle a su abuelita lo que ocurría, y a duras penas la convenció de sacarla de la casa. Cuando la abuelita vió lo que ocurría, hechó a correr mas rápido que manuel
Mientras tanto, en la nave espacial, M1 trataba de mantener el control de la nave y de M2, que había entrado en pánico
- Auxilio! vamos a caer! y no tengo seguro! busca algo blandito! - gritaba M2, pero no había nada que hacer, el choque era inminente.
BRRROOOOOOOOUUUUUMMMM
Hubo un fuerte ruído, chispas, crujidos y mucho polvo. Cuando todo se calmó, se abrió la puerta de la nave, y M1, un marciano de color verde estudiante de la escuela crateriana de ciencias espaciales, pisó la tierra por primera vez.
A pocos metros de allí, ocultos entre los arbustos, estaban Manuel y su abuelita, contemplando con asombro lo que ocurría.
- Abuelita, son unos marcianos! - dijo Manuel sin salir de su asombro
- Si ya los ví, y jamás imagine que en verdad existieran, pero eso no es lo que me preocupa - contestó la abuelita, entre sorprendida y enojada
- Ah si? y que te preocupa abuelita?
- Es que creo que, espera, hay mucho polvo aún...pero creo que..oh si! han caído sobre mi casa! Ay mi casa! pero ahora van a ver...
La abuelita salió de entre lo arbustos y se acercó rápidamente hacia los jóvenes marcianos, quienes se asustaron al ver que un humano se les acercaba rápidamente y sin ningún temor. Cuando estuvo mas cerca, M1 ensayó el discurso que tenía aprendido según el manual del marciano explorador, para encuentros cercanos con criaturas terrestres o situaciones de emergencia:
- "Saludos terrícola, venimos en son de paz" - dijo M1 a la abuelita, con voz formal y amable
- Qué son de paz ni nada! contestó de inmediato la abuelita - ustedes marcianitos han caído con su nave sobre mi casa y la han destruído! Y ahora, o sacan ahora mismo de mi propiedad esa carcocha voladora y me arreglan la casa o en verdad van a conocer!
Manuel nunca había visto a su abuelita tan enojada, pero no era para menos, ya que la nave marciana había caído justo sobre su casa, aquella donde había pasado la mayor parte de su vida y que aunque era pequeña y humilde, en ella encerraba recuerdos de los momentos mas felices de su vida.
El joven marciano estaba tan confundido y asustado con la actitud de la abuelita que sólo tartamudeaba y balbuceaba sin poder decir una palabra completa
De pronto M2, salió de la nave con un extraño artefacto
- Saludos amable anciana terrícola - Dijo en voz alta mientras se acercaba a M1 - No se enoje más que aquí tengo la solución para este percance, es lo último en tecnología marciana
- ¡El poderoso reversor molecular MX 3000 con botón de reconocimiento automático de desastres y función turbo descontaminante! - Exclamó sorprendido M1
- Lindo no? y sólo se consigue por el canal marciano de televentas. Me lo compró mi mamá justo después de enterarse que vendría de misión a la tierra. Creo que sabía que me metería en problemas.
- A mi no me sorprendes marcianito, así que dime de una vez cómo vas a arreglar este desastre, y hazlo rápido que se me enfrían las enaguas - interrumpió la ancianita.
M2 le explica a la abuelita que el artefacto que tenía en las manos era una especie de pistola restauradora que regresa los objetos destruidos o descompuestos a su estado original. Con esta maravilla tecnológica, bastaba con apuntar a la casa, disparar y en un instante recuperaría su casa tal como era antes de ser destruida en el accidente.
- Déjenme mostrarles como funciona - Dijo M2 mientras apuntaba hacia la nave estrellada - Sólo apuntamos bien, apretamos este botón y listo!
Un rayo luminoso salió de pronto del aparato, y envolvió la nave marciana iluminándola tanto que todos tuvieron que cubrirse los ojos. Cuando pasó el destello, la vieja nave estrellada que hasta hace poco había estado rota y humeante, ahora lucía como nueva.
Maravilla! bravo! - Manuel y los marcianos sonreían y aplaudían asombrados ante aquella demostración, pero la abuelita seguía observando muy seria y desconfiada.
Anda, ahora apunta con ese cacharro a mi casa y déjala como estaba - Dijo la abuelita casi inexpresiva.
En un segundo!- contestó M2 - sólo debemos levantar... mmm...
M2 dudó demasiado tiempo y se le notaba muy pensativo mirando la nave. Se tardó demasiado
QUEEEE!!! - gritaron todos impacientes
Es que para que podamos reparar la casa debemos levantar la nave, y creo que no vamos a poder por que no tenemos plataforma de lanzamiento - Comentó tímidamente M2
A la ancianita no le importaban los marcianos ni lo que tuvieran que hacer para reparar su casa. así que los sujetó y sacudió como pudo mientras les gritaba que le devuelvan su casa y sus pertenencias. Los desconcertados visitantes no sabían cómo contestar y mucho menos cómo resolver el problema. Puede parecer extraño que una nave de tecnología extraterrestre y capaz de viajar por el espacio no sea capaz de levantar vuelo desde la tierra, pero...¿qué sabemos nosotros de naves marcianas?
Necesitamos lanzar la nave muy alto para que pueda permanecer flotandooo.. - decía M2 mientras era sacudido del cuello por la furiosa ancianita
Devuélveme mi casa! - respondía la viejecita
En todo ese alboroto, el pequeño Manuel observaba sorprendido la reacción de su abuelita, cuando escuchó un silbido detrás de el
Psssstt, psssttt!
Dónde?! no veo nada! - decía Manuel mientras buscaba la voz e la oscuridad de la noche
Aquí! Aquí abajo! - respondió la voz
Manuel no lo podía creer. Una pequeña rana estaba justo debajo de él, intentando decirle algo. Manuel se agachó asombrado ante esta nueva sorpresa, una rana parlante.
Si, si, ya sé soy una rana que habla - dijo la rana sin dejar a Manuel terminar de entender - Pero ahora hay algo mas importante que eso, por que he estado escuchando lo que aquí ocurre y creo saber cómo ayudar a resolver este problema.
Tu? - dijo el pequeño manuel sorprendido - Una rana tan pequeñita? Mejor vete ya por que si te ve mi abuelita terminarás en un plato de sopa. Sería una pena comerse a una rana que habla.
Primero que nada, seré pequeño pero no tengo miedo - Respondió la rana - Y segundo, claro que soy capaz de ayudarte, y te contaré cómo, pero sólo lo haré si prometes que tu me ayudarás a mi y a mis hermanos.
Está bien, lo prometo. Ahora dime cómo me puedes ayudar
Sígueme y verás - Dijo la Rana mientras se alejaba en la oscuridad de la noche
Manuel corrió detrás de la rana, que avanzaba muy rápido dando saltos enormes. Jamás había visto una rana que saltara tan lejos, pero habían pasado tantas cosas raras esa noche, que ya nada le sorprendía.
La siguió hasta que llegaron al lago. La rana se paró en la orilla y comenzó a croar, una y otra vez
Croac croac, croac croac
Fue un espectáculo mágico. de pronto el agua comenzó a agitarse mas y mas y comenzaron a salir decenas, cientos, miles de ranas saltando hacia la orilla. Todas croaban sin parar al ritmo de la rana parlante.
Estamos listos - Dijo la rana - Ahora volvamos a tu casa y te ayudaremos
Manuel no preguntó cómo le ayudarían las ranas, sólo echó a correr de vuelta a su casa, pero esta vez fue seguido por un ejército de ranas que avanzaban dando enormes saltos. Así avanzaron a través del bosque hasta que por fin llegaron hasta su casa, donde se encontraban la abuelita y los marcianos, desconsolados y exhaustos de tanto pelear.
-Abuelita Abuelita! - gritaba manuel mientras se acercaba - Las ranas han venido a ayudar!
La abuelita y los marcianos miraban sorprendidos. Ella por que jamás en su vida había visto tantas ranas juntas y ellos, bueno ellos jamás habían visto ranas.
-Manuelito, qué ha pasado? por qué te siguieron todas estas ranas? - Preguntó aterrada la abuelita
- Ésta rana me ha hablado y me ha dicho que me puede ayudar, luego me llevó al lago y juntos hemos traído a todas estas ranas dispuestas a ayudar también.
- Sólo he pedido una condición - Dijo esta vez la Rana parlante - Ustedes deberán convencer al resto de la población que deje de cazarnos, no queremos ser devoradas y menos que utilicen nuestra piel para fabricar zapatos. Tal vez una sola de nosotras no pueda hacer mucho, pero juntas podemos hacer grandes cosas, y queremos que se nos reconozca por ello.
La rana fue muy convincente, y todos la miraban con ojos enormes, sorprendidos por su capacidad para expresarse y sobre todo, por que era una rana parlante!
Así que todos asintieron con la cabeza. - Ahora, quiero que ustedes marcianos suban a la nave y estén listos para echar a andar su nave. Ustedes humanos, les pedimos que se alejen un poco y nos den espacio para trabajar - Dijo la Rana con su potente voz.
Todos obedecieron. Los marcianos subieron a la nave y Manuel y su abuelita se alejaron.
Entonces, las ranas comenzaron a cantar otra vez, mientras avanzaban en dirección a la nave
- Croac croac, croac croac
Todas se iban colocando debajo de la nave. Eran cientos, miles de ranas, cubriendo cada espacio hasta que de pronto la nave pareció estar sobre una gran sombra verde.
Una vez que estaban todas debajo, la Rana parlante, que había permanecido junto a Manuel, preguntó nuevamente
- ¿Cumplirán su promesa?
Manuel y su abuelita volvieron a asentir, y para la rana fue suficiente. Entonces, tomó aire hasta que su pecho se puso enorme, y de pronto soltó el ruido mas fuerte que habían escuchado salir de una rana tan pequeña:
CROAAAAAC!!!
Cuando la rana parlante gritó, todas las ranas que estaban bajo la nave saltaron a la vez. Fue como si una gran nube verde hubiera levantado la nave, haciéndola volar tan alto, que la nave se hizo pequeñita y brilló en el cielo como si fuera una estrella. Luego todo se oscureció y llovieron ranas, pero sólo por unos segundos.
Al poco rato la nave volvió, pero esta vez no se estrelló sino que quedó flotando sobre el suelo. La puerta se abrió y los marcianos bajaron para cumplir con su promesa.
Sin decir una palabra, M2 apuntó con su arma restauradora hacia la casa destruida, y de un solo disparo, todo quedó perfectamente arreglado. La casa lucía como nueva, por que además se habían reparado todas las rajaduras y grietas formadas con el paso del tiempo.
Hemos cumplido nuestra promesa, estimada abuelita terrícola. Ahora queremos disculparnos por haberles ocasionado tantas incomodidades. Hay algo mas que podamos hacer para compensarlos?
Manuel tomó la mano de su abuelita, mientras ella pensaba qué podría pedir. Sin tardar mucho, abuelita se acercó a M1 y le habló al oído. El marciano esbozó una sonrisa cómplice, y tomó de la mano a Manuelito, llevándolo en dirección a la nave. - Ahora darás un paseo - Le dijo la abuelita, sonriendo también.
Te has imaginado alguna vez, volando por el espacio? pues Manuelito lo había imaginado muchas veces, pero nada de lo que soñó era ni de cerca tan hermoso como lo que vivió aquella noche. M1 y M2 le mostraron cómo se ven la tierra, la luna y los demás planetas desde el espacio exterior.
Por último, justo antes de volver, la nave espacial pasó volando muy cerquita del lago, y de ella salió un rayo luminoso, que dejó el lago tan bello como era antes, sin basura ni contaminación.
La noche terminó y Manuelito volvió a casa, donde lo esperaban su abuelita y la rana parlante, que ahora era amiga de la familia.
Y Manuelito cumplió lo prometido a las Ranas?
Claro que sí. Luego de aquella noche, no fue difícil convencer al resto del pueblo que cuiden el lago y dejen en paz a las ranas. Después de todo, ¿se imaginan cuántos turistas comenzaron a llegar al lugar donde las naves espaciales caen del cielo, las ranas hablan con las personas, y los sueños se hacen realidad?
- Manueeel! ya te lavaste los dientes?
- Si abuelitaaaa
- Entonces ve a la cama!
La abuelita era buena pero muy estricta, y no le gustaba que Manuel se quedase hasta tarde por que luego tardaba mucho en levantarse a la mañana siguiente. El pequeño fue a su cuarto y cerró la puerta, pero antes de acostarse se asomó a la ventana a ver las estrellas.
- Qué linda está la noche! - Pensaba Manuel - Casi no hay nubes y se pueden ver todas las estrellas - Eh! allá va una estrella fugaz! pediré un deseo... deseo... deseo... poder viajar por el espacio algún día, y ver la tierra como la ven los astronautas..
Mientras pedía su deseo, la estrella fugaz se hacía mas y mas brillante, y Manuel la contemplaba encantado de su belleza, sin imaginar que lo que veía era en realidad una nave espacial fuera de control, acercándose rápidamente a la tierra
- Qué raro.. las estrellas fugaces desaparecen muy rápido, y esta no desaparece, además parece que está cada vez mas cerca.. y viene justo hacia nosotros! oh no! abuelitaaa!!
Manuel corrió a avisarle a su abuelita lo que ocurría, y a duras penas la convenció de sacarla de la casa. Cuando la abuelita vió lo que ocurría, hechó a correr mas rápido que manuel
Mientras tanto, en la nave espacial, M1 trataba de mantener el control de la nave y de M2, que había entrado en pánico
- Auxilio! vamos a caer! y no tengo seguro! busca algo blandito! - gritaba M2, pero no había nada que hacer, el choque era inminente.
BRRROOOOOOOOUUUUUMMMM
Hubo un fuerte ruído, chispas, crujidos y mucho polvo. Cuando todo se calmó, se abrió la puerta de la nave, y M1, un marciano de color verde estudiante de la escuela crateriana de ciencias espaciales, pisó la tierra por primera vez.
A pocos metros de allí, ocultos entre los arbustos, estaban Manuel y su abuelita, contemplando con asombro lo que ocurría.
- Abuelita, son unos marcianos! - dijo Manuel sin salir de su asombro
- Si ya los ví, y jamás imagine que en verdad existieran, pero eso no es lo que me preocupa - contestó la abuelita, entre sorprendida y enojada
- Ah si? y que te preocupa abuelita?
- Es que creo que, espera, hay mucho polvo aún...pero creo que..oh si! han caído sobre mi casa! Ay mi casa! pero ahora van a ver...
La abuelita salió de entre lo arbustos y se acercó rápidamente hacia los jóvenes marcianos, quienes se asustaron al ver que un humano se les acercaba rápidamente y sin ningún temor. Cuando estuvo mas cerca, M1 ensayó el discurso que tenía aprendido según el manual del marciano explorador, para encuentros cercanos con criaturas terrestres o situaciones de emergencia:
- "Saludos terrícola, venimos en son de paz" - dijo M1 a la abuelita, con voz formal y amable
- Qué son de paz ni nada! contestó de inmediato la abuelita - ustedes marcianitos han caído con su nave sobre mi casa y la han destruído! Y ahora, o sacan ahora mismo de mi propiedad esa carcocha voladora y me arreglan la casa o en verdad van a conocer!
Manuel nunca había visto a su abuelita tan enojada, pero no era para menos, ya que la nave marciana había caído justo sobre su casa, aquella donde había pasado la mayor parte de su vida y que aunque era pequeña y humilde, en ella encerraba recuerdos de los momentos mas felices de su vida.
El joven marciano estaba tan confundido y asustado con la actitud de la abuelita que sólo tartamudeaba y balbuceaba sin poder decir una palabra completa
De pronto M2, salió de la nave con un extraño artefacto
- Saludos amable anciana terrícola - Dijo en voz alta mientras se acercaba a M1 - No se enoje más que aquí tengo la solución para este percance, es lo último en tecnología marciana
- ¡El poderoso reversor molecular MX 3000 con botón de reconocimiento automático de desastres y función turbo descontaminante! - Exclamó sorprendido M1
- Lindo no? y sólo se consigue por el canal marciano de televentas. Me lo compró mi mamá justo después de enterarse que vendría de misión a la tierra. Creo que sabía que me metería en problemas.
- A mi no me sorprendes marcianito, así que dime de una vez cómo vas a arreglar este desastre, y hazlo rápido que se me enfrían las enaguas - interrumpió la ancianita.
M2 le explica a la abuelita que el artefacto que tenía en las manos era una especie de pistola restauradora que regresa los objetos destruidos o descompuestos a su estado original. Con esta maravilla tecnológica, bastaba con apuntar a la casa, disparar y en un instante recuperaría su casa tal como era antes de ser destruida en el accidente.
- Déjenme mostrarles como funciona - Dijo M2 mientras apuntaba hacia la nave estrellada - Sólo apuntamos bien, apretamos este botón y listo!
Un rayo luminoso salió de pronto del aparato, y envolvió la nave marciana iluminándola tanto que todos tuvieron que cubrirse los ojos. Cuando pasó el destello, la vieja nave estrellada que hasta hace poco había estado rota y humeante, ahora lucía como nueva.
Maravilla! bravo! - Manuel y los marcianos sonreían y aplaudían asombrados ante aquella demostración, pero la abuelita seguía observando muy seria y desconfiada.
Anda, ahora apunta con ese cacharro a mi casa y déjala como estaba - Dijo la abuelita casi inexpresiva.
En un segundo!- contestó M2 - sólo debemos levantar... mmm...
M2 dudó demasiado tiempo y se le notaba muy pensativo mirando la nave. Se tardó demasiado
QUEEEE!!! - gritaron todos impacientes
Es que para que podamos reparar la casa debemos levantar la nave, y creo que no vamos a poder por que no tenemos plataforma de lanzamiento - Comentó tímidamente M2
A la ancianita no le importaban los marcianos ni lo que tuvieran que hacer para reparar su casa. así que los sujetó y sacudió como pudo mientras les gritaba que le devuelvan su casa y sus pertenencias. Los desconcertados visitantes no sabían cómo contestar y mucho menos cómo resolver el problema. Puede parecer extraño que una nave de tecnología extraterrestre y capaz de viajar por el espacio no sea capaz de levantar vuelo desde la tierra, pero...¿qué sabemos nosotros de naves marcianas?
Necesitamos lanzar la nave muy alto para que pueda permanecer flotandooo.. - decía M2 mientras era sacudido del cuello por la furiosa ancianita
Devuélveme mi casa! - respondía la viejecita
En todo ese alboroto, el pequeño Manuel observaba sorprendido la reacción de su abuelita, cuando escuchó un silbido detrás de el
Psssstt, psssttt!
Dónde?! no veo nada! - decía Manuel mientras buscaba la voz e la oscuridad de la noche
Aquí! Aquí abajo! - respondió la voz
Manuel no lo podía creer. Una pequeña rana estaba justo debajo de él, intentando decirle algo. Manuel se agachó asombrado ante esta nueva sorpresa, una rana parlante.
Si, si, ya sé soy una rana que habla - dijo la rana sin dejar a Manuel terminar de entender - Pero ahora hay algo mas importante que eso, por que he estado escuchando lo que aquí ocurre y creo saber cómo ayudar a resolver este problema.
Tu? - dijo el pequeño manuel sorprendido - Una rana tan pequeñita? Mejor vete ya por que si te ve mi abuelita terminarás en un plato de sopa. Sería una pena comerse a una rana que habla.
Primero que nada, seré pequeño pero no tengo miedo - Respondió la rana - Y segundo, claro que soy capaz de ayudarte, y te contaré cómo, pero sólo lo haré si prometes que tu me ayudarás a mi y a mis hermanos.
Está bien, lo prometo. Ahora dime cómo me puedes ayudar
Sígueme y verás - Dijo la Rana mientras se alejaba en la oscuridad de la noche
Manuel corrió detrás de la rana, que avanzaba muy rápido dando saltos enormes. Jamás había visto una rana que saltara tan lejos, pero habían pasado tantas cosas raras esa noche, que ya nada le sorprendía.
La siguió hasta que llegaron al lago. La rana se paró en la orilla y comenzó a croar, una y otra vez
Croac croac, croac croac
Fue un espectáculo mágico. de pronto el agua comenzó a agitarse mas y mas y comenzaron a salir decenas, cientos, miles de ranas saltando hacia la orilla. Todas croaban sin parar al ritmo de la rana parlante.
Estamos listos - Dijo la rana - Ahora volvamos a tu casa y te ayudaremos
Manuel no preguntó cómo le ayudarían las ranas, sólo echó a correr de vuelta a su casa, pero esta vez fue seguido por un ejército de ranas que avanzaban dando enormes saltos. Así avanzaron a través del bosque hasta que por fin llegaron hasta su casa, donde se encontraban la abuelita y los marcianos, desconsolados y exhaustos de tanto pelear.
-Abuelita Abuelita! - gritaba manuel mientras se acercaba - Las ranas han venido a ayudar!
La abuelita y los marcianos miraban sorprendidos. Ella por que jamás en su vida había visto tantas ranas juntas y ellos, bueno ellos jamás habían visto ranas.
-Manuelito, qué ha pasado? por qué te siguieron todas estas ranas? - Preguntó aterrada la abuelita
- Ésta rana me ha hablado y me ha dicho que me puede ayudar, luego me llevó al lago y juntos hemos traído a todas estas ranas dispuestas a ayudar también.
- Sólo he pedido una condición - Dijo esta vez la Rana parlante - Ustedes deberán convencer al resto de la población que deje de cazarnos, no queremos ser devoradas y menos que utilicen nuestra piel para fabricar zapatos. Tal vez una sola de nosotras no pueda hacer mucho, pero juntas podemos hacer grandes cosas, y queremos que se nos reconozca por ello.
La rana fue muy convincente, y todos la miraban con ojos enormes, sorprendidos por su capacidad para expresarse y sobre todo, por que era una rana parlante!
Así que todos asintieron con la cabeza. - Ahora, quiero que ustedes marcianos suban a la nave y estén listos para echar a andar su nave. Ustedes humanos, les pedimos que se alejen un poco y nos den espacio para trabajar - Dijo la Rana con su potente voz.
Todos obedecieron. Los marcianos subieron a la nave y Manuel y su abuelita se alejaron.
Entonces, las ranas comenzaron a cantar otra vez, mientras avanzaban en dirección a la nave
- Croac croac, croac croac
Todas se iban colocando debajo de la nave. Eran cientos, miles de ranas, cubriendo cada espacio hasta que de pronto la nave pareció estar sobre una gran sombra verde.
Una vez que estaban todas debajo, la Rana parlante, que había permanecido junto a Manuel, preguntó nuevamente
- ¿Cumplirán su promesa?
Manuel y su abuelita volvieron a asentir, y para la rana fue suficiente. Entonces, tomó aire hasta que su pecho se puso enorme, y de pronto soltó el ruido mas fuerte que habían escuchado salir de una rana tan pequeña:
CROAAAAAC!!!
Cuando la rana parlante gritó, todas las ranas que estaban bajo la nave saltaron a la vez. Fue como si una gran nube verde hubiera levantado la nave, haciéndola volar tan alto, que la nave se hizo pequeñita y brilló en el cielo como si fuera una estrella. Luego todo se oscureció y llovieron ranas, pero sólo por unos segundos.
Al poco rato la nave volvió, pero esta vez no se estrelló sino que quedó flotando sobre el suelo. La puerta se abrió y los marcianos bajaron para cumplir con su promesa.
Sin decir una palabra, M2 apuntó con su arma restauradora hacia la casa destruida, y de un solo disparo, todo quedó perfectamente arreglado. La casa lucía como nueva, por que además se habían reparado todas las rajaduras y grietas formadas con el paso del tiempo.
Hemos cumplido nuestra promesa, estimada abuelita terrícola. Ahora queremos disculparnos por haberles ocasionado tantas incomodidades. Hay algo mas que podamos hacer para compensarlos?
Manuel tomó la mano de su abuelita, mientras ella pensaba qué podría pedir. Sin tardar mucho, abuelita se acercó a M1 y le habló al oído. El marciano esbozó una sonrisa cómplice, y tomó de la mano a Manuelito, llevándolo en dirección a la nave. - Ahora darás un paseo - Le dijo la abuelita, sonriendo también.
Te has imaginado alguna vez, volando por el espacio? pues Manuelito lo había imaginado muchas veces, pero nada de lo que soñó era ni de cerca tan hermoso como lo que vivió aquella noche. M1 y M2 le mostraron cómo se ven la tierra, la luna y los demás planetas desde el espacio exterior.
Por último, justo antes de volver, la nave espacial pasó volando muy cerquita del lago, y de ella salió un rayo luminoso, que dejó el lago tan bello como era antes, sin basura ni contaminación.
La noche terminó y Manuelito volvió a casa, donde lo esperaban su abuelita y la rana parlante, que ahora era amiga de la familia.
Y Manuelito cumplió lo prometido a las Ranas?
Claro que sí. Luego de aquella noche, no fue difícil convencer al resto del pueblo que cuiden el lago y dejen en paz a las ranas. Después de todo, ¿se imaginan cuántos turistas comenzaron a llegar al lugar donde las naves espaciales caen del cielo, las ranas hablan con las personas, y los sueños se hacen realidad?
FIN
No hay comentarios:
Publicar un comentario