miércoles, 17 de abril de 2013

Cuento de Navidad: El duendecillo


Esta es la historia de un pequeño duende que aprendió una importante lección en una noche de Navidad.

Faltaban pocos días para la noche buena, y en la casa de Papá Noel, todos los duendes se encontraban muy atareados, dejando todo listo para el gran día:

- Fabricando regalos, alimentando a los renos, preparando el trineo…

Cuando de pronto, alguien  alertó a todos:

- “ Inspección! Inspección! Ya viene Papá Noel!”

Qué susto! Estaría todo bien? Todos corrían como locos, pues nadie quería cometer errores faltando tan poco para que Papá Noel saliera en su trineo a repartir amor y alegría todos los niños del Mundo. De pronto, Papá Noel apareció:

- “Jo jo jo! Hola mis queridos amigos! 
“Hola Papá Noel!” – Contestaron todos
- “He venido a ver como van los preparativos para la Noche buena; se que todos han hecho un gran esfuerzo y han trabajado muy duro, así que estoy seguro que todo estará muy bien..

-Papá Noel se dirigió a hacia el equipo de Jugueteros..
“¿Cómo va todo por aquí? ¿Tenemos los juguetes listos?”
- De maravilla Papá Noel! - Contestó el duende juguetero- Iniciamos los trabajos con mucha anticipación y ya casi hemos terminado.  Aquí en la fábrica estamos trabajando 24 horas y siete días a la semana,  así que seguramente terminaremos a tiempo para el gran día..

- “Jo jo jo, Excelente!” – Dijo Papá Noel

Muy contento con los avances de la juguetería, pasó a visitar al equipo de veterinarios.. pero al llegar vio a Rodolfo, uno de los renos, que andaba un poco indispuesto..

- “Oh! Qué ocurre con Rodolfo, mi pequeño amigo!?”
- “Es que cogió una gripe hace un par de días, por eso tiene la Nariz así” – Dijo el Duende veterinario – “Pero ya le dimos un jarabe y mucha miel, y se está recuperando con mucha rapidez, así que seguramente estará en buena forma muy pronto..

“Qué bueno mi querido amigo! ¡Que alegría querido Rodolfo!” – Papá Noel abrazó a su adorado reno y siguió su camino

Ahora le tocaba el turno al equipo de mecánicos.  El Duende mecánico estaba muy preocupado porque estaban algo retrasados, ya que su asistente, un duendecillo pequeño y de grandes orejas,  era un poco torpe y le había ocasionado algunos problemas porque también era muy distraído. Cuando vieron cerca a Papá Noel, Mecánico exclamó:

- “Asistente!, ya viene Papá Noel! No hemos ajustado el volante! La dirección necesita aceite! Date prisa! ¿Y el tren de aterrizaje? ¿Dónde está?! No está listo el tren de aterrizaje!

El pequeño duendecillo asistente corría en todas direcciones, sin saber por donde empezar, mientras el mecánico enojado pensaba cómo reparar el trineo, cuando de pronto, Papá Noel llegó…

“Jo jo jo! Aquí está mi equipo favorito! ¿Cómo va mi hermoso trineo? Recorreremos el mundo como un rayo! Jo jo jo! – Dijo Papá Noel

- Erhhh (carraspera) mmm..si, mmmmasomenos..Bueno Papá Noel, te explicaré los pequeños ajustes que tenemos por hacer..

Entonces, mecánico comenzó a mostrarle a Papá Noel las reparaciones pendientes en el trineo, mientras el pequeño asistente, seguía desesperado…

- “Qué haré, Que haré?!” – Decía el duende, cuando de pronto, se le ocurrió una gran Idea!

- “Ya sé!  He visto un super cohete en el almacén! Seguramente con uno de esos el trineo funcionará más rápido que nunca y todos me felicitarán! Lo traeré ahora mismo.."

Así, nuestro pequeño amigo fue corriendo al almacén a traer el poderoso cohete, sin decirle a nadie.

Mientras tanto, Mecánico explicaba a Papá Noel como resolvería los problemas del trineo para tener todo listo y justo a tiempo:

“Jojojo! Bueno querido mecánico, confío en tus habilidades y se que pronto dejarás este trineo como nunca! Ah, y de pasadita, a ver si le pones una bonita radio con CD y mp3, así podré hacer el recorrido escuchando mis villancicos favoritos! Jojojo!" – Dijo Papá Noel mientras se despedía.

Mecánico se quedó aliviado y trabajando, mientras Papá Noel salía del taller. Pero de pronto, el pequeño duende asistente, que regresaba corriendo con el super cohete, entró al taller y no vio a Papa Noel…OH NOOO!!

- BOOOOOOMMMMMMM!

Todos llegaron corriendo y se encontraron con una densa nube de humo y polvo

Qué explosión!
- Qué ha pasado?!
- Papá Noel está desmayado!
- Y además esta todo chamuscado!

El pequeño asistente, que era mucho, pero mucho mas joven que Papa Noel, y que afortunadamente no sufrió mayor daño, se levantó del suelo a explicar lo ocurrido

Yo venía con el cohete, y no vi a papa Noel salir por la puerta, nos hemos chocado! – Dijo el pequeño duendecillo

Aaayyy pero qué distraído..qué venga el doctor!

Rápidamente llegó el duende doctor a ver a a papa Noel, y luego de una esmerada revisión, dijo:

- "El paciente presenta un cuadro de traumatismo policontuso con sacudimiento severo de la región occipital y medio parietal de la cavidad craneal"
     
- QUEEEE?!?! - Preguntaron todos
Que se ha golpeado la cabeza, y necesita descansar - contestó el duende doctor
- Ahhhhh… - Dijeron todos a la vez
- Pero entonces, se recuperará pronto?
- Debera guardar cama por algunos días - Dijo el doctor


No puede ser! Pero la navidad será pasado mañana! Y ahora quién conducirá el trineo y repartirá los regalos! Quién salvará la navidad! Y todo es culpa del pequeño duendecillo distraído!
Todos llevaron a Papá Noel a su habitación, dejando solo al pequeño duendecillo, quien se lamentaba por lo ocurrido...

Qué he hecho, y todo por mi culpa! – Y rompió a llorar

Pobre duendecillo! esta vez su torpeza había ido demasiado lejos, y no sabía como resolver el problema en que se había metido.

De pronto, una hermosa hada, que había escuchado el llanto del duendecillo, se apareció frente a él y le dijo:

No llores pequeño duendecillo,  yo te ayudaré a encontrar la manera de resolver el problema.
- Oh gracias hermosa hada! – Exclamó el duendecillo - Qué debo hacer?
- Pues para salvar la navidad, tú mismo deberás conducir el trineo y ayudar a Papá Noel a repartir los regalos por todo el mundo. Debes hacerlo tú, ya que tú mismo nos metiste en este lío.

Pero Papá Noel es el único capaz de hacer todo esto! Nadie sabe el secreto para hacer volar a los renos, conducir el trineo y repartir todos los regalos en sólo una noche! Y además yo soy el mas torpe de todos!

Para saber eso mi querido duendecillo, debes ir mañana temprano a visitar Papá Noel, él te dirá el secreto para poder resolver todos los problemas. Adiós!

Así, el hada desapareció y el duendecillo se fue a descansar, esperanzado en aprender la fórmula mágica que le haría tener la habilidad de reemplazar a Papá Noel en su difícil tarea.

Al día siguiente, el duendecillo se levantó muy temprano y corrió a visitar a Papá Noel, quien se encontraba en cama recuperándose de su penoso accidente.

- Hola Papá Noel  - Saludó el duendecillo, visiblemente apenado por lo ocurrido
- Jo jo jo.. Cof.. Cof…  (tos) hola duendecillo, acércate
- Papá Noel, este..yo quería..
- No te preocupes mi pequeño amigo, ya sé por qué has venido. Yo te diré el secreto para que puedas ayudarme a hacer la difícil tarea de esta noche, y no solo eso, sino que también serás capaz de resolver todos los problemas que enfrentes en la vida

Qué emoción! ¿Se tratará de alguna poción mágica? ¿Una super vitamina?¿Qué debe tener alguien para poder ser capaz de superar todos los problemas? El duendecillo escuchaba atentamente a Papá Noel..

Verás mi querido duendecillo, cuando me enfrento a algún problema siempre hay personas dispuestas a ayudarme. Eso es muy bueno, pero al final todo depende de algo que tengo yo y que es suficiente para superar exitosamente todos los problemas. ¿estás listo para escuchar que es?

Estaba más que listo, el duendecillo saltaba de impaciencia, estaban a punto de contarle el mayor secreto de todos!

- ¿Qué es papa Noel!? ¿Qué es lo que hay que tener para se capaz de resoverlo todo?!

- Pues es… es…TU OMBLIGO!!! JO JO JO!!

¿Qué dijo? Debe tratarse de una broma! ¿Acaso Papa Noel se estaba burlando del pobre duendecillo? ¿Cómo puede un ombligo ser lo necesario para ser capaz de superarlo todo?

- Ahora te explicaré  mi querido amigo, si pones la mano en tu barriguita, verás que tienes ombligo, cierto? – Dijo Papa Noel
- Mmmm sí…- respondió el duendecillo
- Pues si lo tienes, entonces eres una persona, y sólo ello basta para que seas capaz de superarlo todo. No hay recetas ni fórmulas mágicas, sólo tienes que proponerte un reto, y si tienes ombligo, debes prepararte para superarlo, sólo así conseguirás lo que te propongas.

- Entonces, yo también puedo ser capaz de hacer todo lo que tú haces y así salvar la navidad! Aquí está mi ombligo!

- JO JO JO claro que sí mi querido duendecillo, ahora ve con el duende mecánico para que te enseñe a pilotear el trineo, mientras sigo descansando y luego yo mismo te explicaré el resto…

Pronto, la noticia se esparció por todo el polo norte, el pequeño duendecillo salvaría la navidad!

Y esa misma noche, al mando del veloz trineo y junto a Papá Noel, el pequeño duendecillo salió a recorrer el mundo, repartiendo amor y alegría por doquier...

FIN

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